El “dream team” culinario andaluz cuenta con un nuevo talento en sus filas. Rafael Arroyo, un joven chef de 22 años, segundo de a bordo de Juan Andrés Rodríguez Morillas en restaurante “El Claustro” de Granada y procedente de la cantera gastronómica del “Café de Paris” (Málaga), ostenta desde ayer el título de “mejor cocinero novel del año” ¿Sus méritos? Haber creado en menos de dos horas y con ingredientes “sorpresa” su particular “homenaje a un paisaje ibérico”, o lo que es lo mismo, un ganso ibérico relleno de castaña con falsa bellota y migas de virgen extra.
“El plato conjuga tradición y vanguardia, que es lo mismo que practico día a día en el restaurante”, asegura Arroyo, que compitió en lo que se conoce como formato “iron chef”, una modalidad en la que los cocineros no muestran su nombre (sólo van numerados) y llegan “a ciegas” a una cocina donde disponen varios ingredientes fijados por el certamen, con los que tienen que elaborar una receta en un tiempo determinado, en su caso, dos horas.
Rafael Arroyo recibe el premio como "mejor cocinero novel del año"
Así que, con mucha creatividad y las “tablas” que le dan sus cuatro años junto a Rodríguez Morillas (últimos representante de España en el prestigioso Bocuse d’Or), el joven chef se puso a lidiar con una particular lista de la compra compuesta por miel Dorey, mermelada Vieja Fábrica, mojama, caballa y lomo de sardinas en salazón de Usisa, y magret, mollejas y solomillos de ganso ibérico. “Me inspiré en una receta que llevamos tiempo pensando en el restaurante y simulé, por ejemplo, una bellota –que elaboré a base de patata-y las tradicionales migas, que conseguí a partir de un bizcocho de aceite de oliva”, resalta.
Y de ahí, al podio de este certamen (organizado por la Junta de Andalucía en el marco del congreso Andalucía Sabor), que ha compartido con Esther Gordillo, del centro gastronómico “Abades Triana” (Sevilla), y Sergio Sarabia, de la escuela de Benahavis (Málaga).
Para este joven, que llegó al mundo de la cocina por casualidad, el premio ha sido uno de los “más bonitos” que ha recibido hasta ahora por tratarse del primero que logra en su tierra, cuya gastronomía defiende a ultranza. “Para mi es la mejor de España, sobre todo por la calidad de sus productos, aunque no hemos sabido venderla bien”, reconoce.
¿Su consejo para los que empiezan ahora en la profesión? “Tener las cosas claras”, una máxima que tal vez un día le lleve a él mismo a situarse junto a estrellas del panorama culinario andaluz, como Dani García, Ángel León, José Carlos García o el propio Morillas. El tiempo dirá…
Jamás volveré a pasar hambre 